29 julio 2010

LADOALADO

Antares Danza Contemporánea

FIAC 2010: Mundos para ver / Danza




Por: Luis Mauricio Martínez


La danza cuenta historias, crea atmósferas en ocasiones con un fuerte apoyo de la dramaturgia, sin embargo, en esta ocasión se presentó un espectáculo donde la danza por sí misma fue protagonista: sus movimientos inundando el escenario marcaron el mensaje al público: confiar en el azar, jugar con el no saber qué esperar.

Así, de LADOALADO del escenario, Antares Danza Contemporánea, realizó un viaje corporal donde nada era certero, donde las posibilidades se tornaron infinitas y todas fueron válidas. Los movimientos, las coreografías respondían a la posición específica de los personajes representados por los bailarines en el escenario. Algunos cuadros ejecutados en conjunto, otros siendo espectadores de lo que el resto presentaba.
Como escenografía cuatro mosaicos en el suelo del escenario que crearon caminos, rumbos a tomar iluminados en colores fluorescentes acorde a los vestuarios utilizados; luces neón que hicieron resaltar esos elementos visuales. En el fondo una pantalla que transmitía de cuando en cuando imágenes o videos de los propios bailarines. La música: electrónica, de cuerdas, minimalista y ricamente instrumentada: un juego inesperado.

Una característica de Antares es la excelente condición física y técnica de sus ejecutantes: la fuerza, vigorosidad fue latente en todo momento. Eso se agradece en una pieza de danza contemporánea. Una excelente puesta donde no hicieron falta complicaciones dramáticas, la danza en su más pura representación: ritmo y movimiento y así trasmitieron el mensaje.
Un tema bien planteado: la incertidumbre aviva la creatividad y replantea nuestra identidad en el contexto que nos movemos. Un tema bastante recurrente en los estudios semióticos: la realidad y su subjetividad, el ser y su postura ante lo impuesto, lo acepta o lo desafía.
Buena muestra de lo que se hace en México en rubros dancísticos, más concretamente en Hermosillo Sonora, todo bajo la batuta de Miguel Mancillas.

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