29 julio 2010

Iberoamérica, el Arte contemporáneo y la Moda

FIAC 2010: Foro FIAC: Ciclo de conferencias
Moderador: Inaloe Galicia

Por: Luis Mauricio Martínez
La moda no se basa en la utilidad, es un conjunto iconográfico que expresa identidad individual ante la sociedad: es arte.
Así lo afirmaron los dos ponentes que defendieron la moda como una propuesta artística en el mundo contemporáneo, el pasado viernes 23 de julio en el auditorio de la UNIPRO, como parte del ciclo de conferencias del FIAC 2010
Erick Pérez Sandi, diseñador, ha impartido conferencias y colaborado en diversos medios en varios países de Latinoamérica, se dedica a la investigación de las tendencias de la moda alrededor del mundo para corporaciones mexicanas dedicadas al rubro. Juan Miguel Aranda Patlán, Profesional Técnico de Diseño de Calzado, Psicólogo social, cuenta con varios diplomados y un posgrado, imparte clases a de nivel medio superior.
De inmediato la charla se tornó tajante debido a la postura de los invitados. El principal problema que detectan es la separación del arte y la moda, siendo que estos van de la mano, pues, afirma Erick: “conlleva el mismo proceso creativo que una obra de arte: requiere talento, inspiración, técnica y disciplina, el lienzo es el cuerpo humano y refleja contextos socio culturales como las demás artes”. Mencionaron casos de museos europeos en los que piezas de grandes diseñadores ya son exhibidas en algunas salas. Sin embargo coincidieron en que es un mundo muy distante de la realidad mexicana: "La moda expresa identidad y México no tiene una identidad” aseguró Erick. Partiendo de ese principio, hay baches que son la consecuencia de grandes rezagos sociales, sobre todo en el plano económico. Es decir, lo primordial es cubrir necesidades básicas para vivir, el público consume e invierte en lo que le es útil, y la moda, recordemos, no se basa en la utilidad. Por lo tanto consume prendas que son funcionales para las actividades cotidianas, y por lo tanto son muy lejanas de las tendencias actuales. Es un círculo vicioso que tiene un trasfondo complejo que depende de muchas variables.

Reconocieron además que lo que llega a México lo hace con mucho tiempo de retraso, las Semanas de Moda en territorio nacional, que son los principales foros expositores alrededor del mundo, llevan un retraso evidente en comparación con otros países. Resaltaron la adaptación de elementos meramente nacionalistas para la elaboración de diseños, que es un mercado amplio y de buena aceptación en el extranjero. En conclusión: hace falta mucho por hacer en ese plano.


La hora de la verdad
En la sección de preguntas y respuestas se les cuestionó: si afirman que la moda no es útil, que expresa identidad y luego aseguran que en México no hay una identidad, entonces, ¿cómo preparan, o qué les enseñan a los estudiantes de diseño de modas en el país? Erick reconoció que es una cuestión sin respuesta y que hay un enfoque erróneo de los jóvenes que deciden tomar esa profesión: todos quieren ser diseñadores, siendo que hay otras especialidades: psicología de la moda, sociología de la moda, mercadotecnia y muchas otras especialidades que no son explotadas. Posteriormente, y respondiendo a otro cuestionamiento, recordaron que una estrategia para ganar públicos es crear productos para un mercado específico, aun cuando es un círculo reducido se pueden encontrar consumidores específicos, mencionó un ejemplo: existen a nivel mundial sólo veinticinco diseñadores de la llamada Alta Costura, que se dirigen a clientes muy selectos que consumen prendas, sobre todo vestidos, con valor de varios millones de pesos y su servicio de tintorería vale siete mil pesos como mínimo. Y es un mercado exitoso.

¿Y el público?
Una charla interesante que definitivamente cambió la visión que se tiene de la moda en quienes la escucharon, el punto es que no hubo público que la escuchara. Literalmente: no hubo un sólo asistente. Tuvieron que llamar al personal docente y administrativo para llenar los asientos, pues ni alumnos de la carrera de Diseño de Modas que se oferta en la institución asistieron. Interesados seguramente los hay; el problema es la difusión. El FIAC, ofrece programas con ofertas para un público muy específico, eso deriva eventos no abarrotados, pero sí con interesados en el tema; tomando en cuenta eso, si no hay un plan de medios bien diseñado, esos posibles asistentes no se enteran y el resultado son ponencias desoladas que dan la impresión de un Festival en decadencia.
No hay que ser pesimistas, pero habría que hacer un estudio a fondo de qué es lo que pasa con las propuestas del FIAC y que sea realizado por los propios organizadores para reactivar la expectativa que se generaba años anteriores y que ya no es tan evidente.

Como sea, la ponencia presentó discursos rescatables.

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