06 junio 2008

El Festival Cultural de la tierra Caliente

antecedentes
Principalmente el cine mexicano y algunos textos literarios de diversas épocas han difundido una imagen inexacta e injusta de los pobladores de la tierra caliente, a quienes se les endilga una personalidad bravucona, mediante la cual matan sin piedad ya que no estiman ni la vida propia, menos la de los demás, para ellos “la vida no vale nada”; se emborrachan a la menor provocación y son irresponsables, golpean a sus mujeres y a sus hijos; son analfabetos e ignorantes (el analfabetismo y la ignorancia no son sinónimos), tienen alegrías superficiales y son fiesteros por naturaleza.

De esta imagen se rescata lo de fiesteros por naturaleza, que no es inherente a los calentanos sino a los mexicanos por igual.

Un grupo de intelectuales, artistas y promotores culturales, tanto citadinos como campesinos de Michoacán y otras partes de la República han elaborado e iniciado un proyecto de investigación académica y popular que busca revitalizar y difundir las tradiciones de la tierra caliente, bajo el nombre genérico de Festival Cultural de la Tierra Caliente.

qué es la tierra caliente
Se le llama así a una franja territorial que cruza los estados de Guerrero, Estado de México, Michoacán, Jalisco y, en menor medida, Colima y quizá hasta una porción de Nayarit. Quienes saben de estos asuntos de la calentura territorial dicen que basta con que en la plaza del lugar haya un árbol de tamarindo para sentirse en la tierra caliente.

En Michoacán comprende 20 municipios, algunos asentados en la región de la cuenca del Río Balsas, con epicentro en Huetamo, otros en la cuenca del Río Tepalcatepec –tributario del Balsas-, cuyo centro cultural es Apatzingán, y algunos más en el intermedio de dichas cuencas, cuyo balcón es Tacámbaro y su epicentro Turicato.

En los estados involucrados se advierte similitud en el comportamiento de sus pobladores, acostumbrados a climas elevados, con labores agrícolas fundamentales mediadas con la ganadería, alta incidencia de migración a los Estados Unidos, regiones que se debaten entre la pobreza ancestral y la riqueza que unos cuantos detentan por la explotación minera, la exportación frutícola y otras actividades, en las que está involucrado el narcotráfico y la corrupción de las autoridades.

No hay un grado de analfabetismo más alto que en otros territorios, aunque hay extrema pobreza en muchas poblaciones.

Meritoria de este territorio es la producción cultural, semejante en muchos aspectos.

la cultura tradicional
La cultura tradicional se produce en un contexto de integración. Aquí el hecho cultural es un todo que engloba manifestaciones que no pueden soslayarse. Junto al canto y la música va el baile, la poesía, la vestimenta, los elementos suntuarios que incluyen sombreros, huaraches, rebozos, pañuelos, fajas, colguijes, máscaras y otros adornos, la comida, la bebida, la religiosidad que engloba los bautizos, las bodas, los difuntos, las fiestas patronales, etc.

El músico, poeta y bailador tradicional es regularmente campesino, alfarero, albañil, arriero, artesano que agarra el instrumento musical el día de la fiesta y, sin ensayo previo, se reúne con los elementos del grupo para ir al festejo. Aprendieron la tocada y la cantada de los abuelos, de los padres, de los tíos o de los hermanos, es siempre una tradición familiar y algunos ya adquirieron el destino, o sea, habrán de dedicarse a la música, al baile, a la cantada o a la poesía de por vida y será su fuente de ingresos, para lo cual tendrán que vivir de las cantinas, los mercados, rancheando y puebleando para conseguir los centavos.

Muchos son compositores, pero la mayoría son intérpretes que poseen repertorios adquiridos por herencia familiar, mediante la sorprendente retención memorística, ya que casi todos son analfabetos y la mayoría no lee música escrita.

la tradición
Se cuenta que los misioneros de las distintas órdenes religiosas que llegaron a las tierras calientes –principalmente los agustinos- enseñaron a los naturales a tocar los instrumentos europeos y a cantar determinados aires de moda en la península, junto con alguna música religiosa, pues había prohibición de que los nativos cantasen en el templo.

La sorpresa de los monjes fue que aquellos indios aprendían con suma facilidad todo lo que se les enseñase y no eran ajenos a la producción artística, antes bien, algunos cronistas señalan lo depurado y maravilloso de las artes indígenas.

Pero también aprendieron de los soldados y de tantos pillos llegados de ultramar las canciones picarescas y las diversas maneras de pulsar los instrumentos musicales, algunos bailes considerados indecentes por los religiosos, así como diversas maneras de elaborar la poesía.
Una vez dado el criollismo y el mestizaje, se produjeron no sólo aires musicales y dancísticos propios, sino también elaboración de instrumentos parecidos a los europeos. Nace así una forma propia de cantar, tocar, bailar y hacer laudería que invadió los espacios de las fiestas religiosas. Los monjes, que impusieron su religión a toda costa, miraban con recelo aquellas expresiones de religiosidad fiestera que incluso llegaron a prohibir.

Simbiosis de lo propio y de lo ajeno, saco lleno con lo peninsular, lo africano y lo de las distintas etnias locales, la tradición muestra actualmente una rica diversidad que sociedades ignorantes han reducido a los espacios de las fiestas patronales, bautizos y casorios y a las cantinas.
Enfrentada a las modas, la cultura de la tierra caliente ha resentido su divulgación, se le tiene como producto del pasado y, por supuesto, no puede –ni quiere- competir con los ritmos musicales de actualidad, las modernas formas de bailar ni los propósitos de una modernización que desdeña el pasado.

Los jóvenes de las regiones calentanas tienen puestos los ojos en esas novedades y ven las tradiciones como “cosas de viejitos”, dan la espalda a su propia cultura y la educación pública tampoco contribuye a revalorar lo propio, mucho menos los medios de comunicación, que sólo vanaglorian lo comercial, lo que deja dinero.

Muchos artistas populares, poseedores de importantes repertorios de la cultura calentana, se van a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de trabajo, rompiéndose la cadena de información cultural que va de las personas mayores a los más jóvenes.

Se produce así un rompimiento con los valores tradicionales, que sucumben ante la avalancha de productos foráneos que la televisión y la radio promueven diariamente. Este injusto ocultamiento de la realidad, esta postergación de los propios valores, ha despertado el entusiasmo de investigadores, intelectuales y los mismos productores culturales para sensibilizar a las autoridades, para que garanticen los medios de subsistencia de la cultura propia, su revaloración y difusión.

el proyecto
Nace gracias a trabajos de investigación que ponen en primer plano la realidad de la tierra caliente, a la búsqueda de recursos para emprender acciones precisas de recuperación cultural y a la integración de fandangos para poner en contacto a niñas y niños, jóvenes, adultos y ancianos con la fiesta tradicional.

Apoyos de diversas instituciones han permitido que estas actividades se realicen cada vez mejor y con mayores alcances.

El Proyecto aglutina actividades que ya se han venido realizando desde hace muchos años y propone otras acciones que involucren a las autoridades, a la iniciativa privada, a las instituciones educativas y culturales y a los productores culturales.

No es la primera vez que se intenta una actividad aglutinadora, pero sí es la primera vez que se logra despertar el interés de gobernadores, presidentes municipales e instituciones que programen recursos para la recuperación de la tierra caliente.

En Michoacán se pretende hacer coincidir este proyecto con una propuesta gubernamental para el desarrollo de la tierra caliente. Casi siempre las acciones políticas no contemplan el rubro cultural, por eso han fracasado todos los proyectos de desarrollo calentano; lo único que se busca es la concientización de gobiernos y gobernados con un solo propósito y no, como equivocadamente creen algunas áreas de gobierno, que la cultura tiene que ver con bailecitos y la presentación de grupos musicales. Tiene que ver con eso y con todas las acciones humanas que se realicen en ese territorio.

la actualidad
El Festival Cultural de la Tierra Caliente se está desarrollando en varios sentidos, poniendo énfasis en este momento en el quehacer de la investigación. La tierra caliente ha sido ignorada en muchos aspectos; su flora y su fauna han sufrido descuidos irremediables, muchas especies no se podrán recuperar, pero otras que están en vías de extinción podrán sobrevivir si se logra la culturización (vale decir concientización) de las autoridades y las instituciones, para que suministren los recursos para dicha recuperación del entorno biológico.

Muchas partes de la tierra caliente sufren aridez, cercana a la desertificación que, para recuperarse, requieren no sólo inversiones económicas, sino un plan de tratamiento para este momento y para el futuro.

Diversos espacios calentanos presentan ruinas arqueológicas, la mayoría saqueadas y con alto grado de destrucción. La mayoría de esos sitios no han sido estudiados y guardan parte de la historia antigua de estas regiones. Su sistematización y estudio se requiere para armar el rompecabezas de la tierra caliente.

Se han publicado algunos libros en torno a la tierra caliente, pero no se han difundido, al igual que ensayos sueltos, muchos de ellos descansan en revistas de tiraje limitado o que se distribuyen sólo entre algunos especialistas. Se requiere un programa de ediciones y distribución de las mismas a nivel nacional e internacional.

Hacen falta directorios de artistas y productores culturales de la tierra caliente, así como un archivo de agrupaciones artísticas, culturales y sociales, de la misma manera que se requiere un estudio de los instrumentos que se producen en las diversas regiones, cuáles están en peligro de desaparecer y qué acciones deben realizarse para su preservación.

Se ha presentado un programa de creación y activación de talleres para la enseñanza de instrumentos tradicionales, el baile tradicional de las regiones calentanas, la poesía tradicional y la lírica propia de cada región; aún no se echa a andar ningún taller, por falta de las condiciones necesarias para su instalación y desarrollo.

Se están realizando festivales en distintas regiones, a los que se invita a agrupaciones musicales locales y otras que también interpretan la música calentana pero en regiones ajenas a la tierra caliente. Esos festivales o fandangos tienen como propósito revivir la tradición, poniendo en contacto con ella a generaciones de diversas edades.

Al mismo tiempo, se integran actividades académicas en cada festejo, con la finalidad de que se retomen temas específicos, se estudien y analicen las tradiciones para que la revaloración sea completa y se cuente con la evaluación de especialistas para echar a andar acciones precisas, sin tener que lamentar erogaciones ni actividades que no contribuyan al desarrollo propuesto.
También se está realizando el registro audiovisual de las diversas acciones, con el propósito de tener a la mano un elemento de evaluación que permita la autocrítica, pero de la misma manera contar con materiales que puedan transformarse en producciones discográficas, videográficas, literarias y de consulta.

conclusiones
La tierra caliente es el paso natural hacia el mar, o del mar hacia las regiones templadas. Las carreteras que sirven de comunicación por lo regular son malas y se convierten en punta de lanza de una problemática que tiene que ver con el comercio, la exportación e importación de productos y el turismo.

Las bellezas naturales y la sorprendente cultura calentana son atractivos turísticos, pero más bien elementos culturales de gran valía que no han sido reconocidos por una mala política administrativa.

La producción agrícola busca constantemente novedosos modos de desarrollo, que no funcionan porque falta la participación del estado y la federación, que suelen carecer de una visión suministradora y, en lugar de apoyar los esfuerzos campesinos, pretenden instalar inversiones extranjeras con el señuelo de la reactivación económica, sin darse cuenta de la trampa, porque esas economías no se quedan en el país, siempre van al extranjero.

Artistas y productores culturales de la tierra caliente han sido relegados, no se les ha permitido ingresar al escenario nacional y mucho menos al internacional. Sin embargo, sus productos culturales y artísticos son de alta calidad y han deslumbrado a propios y extraños.

El Festival Cultural de la Tierra Caliente va de un lado a otro en esta franja, propiciando la expresión artística y consolidando la investigación cultural. Sus recursos económicos son pocos y los dosifica para cumplir con tareas precisas que permiten advertir el potencial de la región en todos los órdenes.

Un propósito fundamental de este Festival es propiciar mejores condiciones de vida para los habitantes de la tierra caliente, preservar su cultura y ponerla por encima de las modas veleidosas que impone la televisión, aprovechar los medios de comunicación para recuperar muestras de esa cultura y difundirlas nacional e internacionalmente, sistematizar el estudio de la tierra caliente y distribuir ampliamente los materiales que de ese estudio se obtengan.
La tierra caliente no es una región mejor o peor que otras regiones, tan sólo ha sido olvidada e injustamente postergado su potencial en el concierto del desarrollo de los estados. El Festival Cultural de la Tierra Caliente busca recuperar este territorio –con todo lo que representa- para que la fisonomía de los estados esté completa y no fragmentada como hasta ahora.
Música y Baile de la Tierra Caliente, A. C. es la organización que trabaja este proyecto y se puede contactar:
tamborita_mich@yahoo.com.mx
música_y_baile_tradicional@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta bien la información pero no toda es real