27 diciembre 2007

Derecho de Réplica

La creación de ‘públicos’.

Es probable que quien escribe con seudónimo lo haga por cobardía. El temor de dar la cara, radica en el denuesto; de facto, es más fácil destruir, que proponer sobre las ruinas. En la historia del periodismo cultural de la ciudad de Liondres (y fíjense que se puede ser irónico), son pocas las plumas que han enorgullecido el oficio en aras de proponer en lugar de descalificar. Barrera Amáuri, Rosa María Bustos, Don Arturo González, Graciela Nieto, Miguel Martínez, por mencionar a quienes según mi juicio, son dignos representantes del quehacer periodístico cultural que tanta falta le hace a la comunidad artística ‘leonina’ (sic) por su seriedad y de sobre manera, buena voluntad.

Porque para un medio artístico tan endeble, improvisado y novel, se requiere de un periodismo honesto, receptivo y de buena voluntad; por supuesto, doy por entendido, una dosis de sensibilidad y conocimiento no del arte, sino del quehacer artístico.

He seguido con mucho interés a la Agencia Cacahuate, una página cibernética cuyo lema es digno de consideración y respeto: Arte sin censura. He pasado horas frente al receptor, degustando páginas bien escritas, ricas en sencillez y armonía; impresiones honestas; declaraciones ingenuas, bellas. La mayoría de las reseñas, firmadas por su autor, autora. Se impregna en las crónicas, ese dejo de serenidad, ese sentimiento propio del comunicador, la búsqueda del testimonio por sobre todas las cosas. Lamento, ahora sí, que sensacionalistas como La Perla Líquida, se auto designen, como lo ambiciona la misma Perla, en críticos de una actividad a la cual están ajenos; y no me refiero al teatro, sino al periodismo.

Hagamos caso omiso de su ortografía, pasemos por alto la redacción. Es más, no objetemos si quiera, que el MUTE’A, Muestra de Teatro Amateur, hace años desapareció... vamos, lo que usted calificó, respetable Perla, no era el MUTE’A. Tampoco reparemos en su impuntualidad ni en su falta de compromiso por cubrir el evento (dice usted que en una o dos funciones no alcanzó lugar y que otras se las perdió...); ni siquiera puntualicemos que es INSEN, con ‘S’ de Senectud, y que la obra de Jorge Días se titula “El lugar donde mueren los mamíferos” y en fin, no reparemos en la serie de oprobios dignos de una nota reprobatoria. Pasemos pues, en alto, todas sus faltas de tacto, sus malas intenciones y sus “fe de erratas”; no tiene sentido echarle más leña a su caldero. Hablemos, mejor, de cómo una herramienta tan buena y necesaria como lo es su Agencia, puede contribuir a la creación de ‘públicos’, en lugar de ahuyentarlos. Y mire que le hablo del mismo generoso público al que usted hace referencia y que asistió puntual al encuentro de teatro.

No sé qué le dirían en la escuela, pero le hablaré de los tópicos que caracterizaban en sus escritos a las plumas anteriormente mencionadas. Porque si ahora hay generoso público, no se debió, en parte, al quehacer teatral, sino a la promoción asistida de los medios de comunicación. Sin la colaboración de nuestros medios de comunicación, veo muy difícil que teatros leoneses hubieran abarrotado el Doblado (con ‘D’ mayúscula porque se refiere a un nombre propio, no porque el teatro esté torcido), con una producción teatral casera. Estos gloriosos articulistas, Perla, ayudaron en la formación de un público amante del arte escénico porque en sus reportajes no admitían observaciones de errores en el montaje, sino por el contrario, basaban sus opiniones en aquellos aciertos propios de mencionar. Y cuáles son los aciertos que mencionaban; pues aquellos que involucran al trabajo creativo de los artistas con los intereses del público asistente. Sus notas periodísticas versaban, ergo, en los lazos de interés común entre las dos partes del fenómeno: actores y espectadores. Sintetizando, nuestros amables periodistas narraban en sus columnas, cómo la obra había influido en el público y no en asunto propio del artista: errare humanum est. Porque, de qué sirve mencionar si la pc no fue un elemento utilizado hasta sus últimos fines. O, de los errores del trazo escénico. O, si el grupo está integrado en su mayoría por ancianos. O, si la actriz fulana y el director perengano... no, señora Perla, no se confunda: es, en la integración de espectáculo y público donde radica el tema a desarrollar, y no en sus mal intencionadas observaciones propias de una criticona (¡qué va de crítico!), que lleva en sus letras una enorme cantidad de dolo. Como dicen por acá: si no le cabe, no reparta. Ocúpese en describirnos reseñas completas y no a medias tintas salidas de su muy particular frustración. Ayúdenos a formar público, y deje de promocionar a las Guacamayas; o haga un análisis concienzudo de la problemática del transporte, pero no nos venga a confundir con sus muy perversas observaciones, porque para ello, están los sensacionalistas...

Mis respetos a todos aquellos que hacen de la Asociación Cacahuate, un acercamiento al arte...

Eulalio Nava, teatrero de corazón.

No hay comentarios.: