Por: Paola Arenas
Siguen corriendo los días de la FENAl, sigue la gente abarrotando los pasillos, las salas, algunas de ellas, la sala de espectáculos. Y a pesar que los libros no sean la principal estrella, se han convertido en el principal pretexto. La sala de prensa se ha convertido en un refugio, en el momento de paz y estrés, con palabras de alegría y besos, con gritos, reclamos y peticiones de calma, con medios desesperados y tantos otros más relajados.
Es realmente una odisea cubrir una feria, donde durante 9 días enteros la actividad empieza a las 9 de la mañana y termina pegándole a las 9 de la noche si bien nos va; eventos puede haber uno o cinco en la misma hora, y el medio escuchar cada uno, hace que enfrentarse al papel en blanco, o a la imagen de una hoja limpia en un monitor, sea tarea difícil, que la objetividad se vuelva más complicada, ya que autores que nos enamoran con sus voces y otros que simplemente no entendemos, se mezclan en una voz que quiere salir al mismo tiempo a estrellarse en unas letras.
A dos días de terminada esta feria, hemos visto un poco de todo, magníficos escritores presentando su últimas creaciones, grupos de teatro dejando el alma en los pasillos con excelentes resultados, y otros que no tanto, con lecturas dramatizadas frente a los autores, con ruedas de prensa de cinco minutos y conciertos inolvidables. Los consagrados y los emergentes se unen en unos días que probablemente la ciudad olvide muy pronto, pero sin embargo, el registro de que estuvieron ahí nos hará recordar las emociones vividas.
A pesar de los problemas de organización o de logística, del café frío y de que las galletas se acaben muy rápido, es necesario reconocer el trabajo de todas al personas que están ahí haciendo posible que todo esto suceda, desde aquel que solo firmo un papel para que empezará el trabajo, hasta aquel que ni siquiera le gusta los que pasa pero cumple con su labor, todas esas personas que durante 9 días han dejado todo de lado para que los demás disfrutemos, a ellos mi entero agradecimiento, y admiración.
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