CHERRY BONE. Miradas múltiples acerca del alimento

Konic Thtr

FIAC 2009/ Danza
No Arte

Por: Luis Mauricio Martínez

Somos lo que comemos, es la reflexión a la que invita el grupo artístico Konic Thtr, originario de España, a través de la danza, el performance y el juego audiovisual.

Se presentan siete escenas que nos relatan las costumbres alimentarias del hombre y cómo estas afectan la cotidianidad. Vegetales, flores, frutas, dulces y comida rápida son los elementos protagonistas, situados a lo largo y ancho del escenario del Teatro María Grever dan pie a una coreografía dinámica, pero simple, sin rebuscamientos. Al fondo, figuras tridimensionales se funden al ritmo de los pasos de la bailarina y las reflexiones de una performer; en el otro extremo un músico controla las mezclas sonoras, todo bajo una iluminación en tonos cálidos y verdosos que crean paletas que rememoran lo natural, lo básico. En determinado punto la performer realiza un monólogo y la bailarina, sentada de espaldas, come una gelatina mientras una cámara transmite en vivo la imagen de esa degustación. De pronto el músico se une a la coreografía, la iluminación muestra elementos neones y fluorescentes. Entre cada representación se da una lectura de atril, se crean sonoridades vocales en vivo, se transmiten videos que conservan la paleta de colores antes mencionada. Una amalgama de disciplinas que buscan comunicar un mensaje a la par que muestran la creatividad en cada elemento.

Llama la atención que al inicio del espectáculo se muestra un escenario limpio, con elementos minimalistas y al finalizar todo está sucio, revuelto, saturado, es una metáfora de la alimentación en nuestros días: todo era puro, natural, y al paso del tiempo todo se ha transformado, complicado.

Si bien el tema presentado por el grupo no es nada nuevo y es, incluso, algo forzado, es realmente refrescante la creatividad con que tratan de comunicar su mensaje y adhieren cada uno de los elementos artísticos sobre el escenario tomando en cuenta lo numerosos que son y cómo logran destacar todos, ninguno se pierde ante los demás, y todo se desarrolla de manera limpia, sin baches. El único percance fue una pequeña falla en un micrófono cuando se desarrolló uno de los monólogos de la performer, la mayor parte del texto no se entendió, cuando la artista se dio cuenta de la falla subió el volumen de su voz y siguió su presentación sin inmutarse.

Al final, para hacer partícipe al público que asistió, repartieron fruta y los tres artistas dialogaron con el público sobre los temas de nutrición actuales. Una dinámica rescatable con la intención de que los asistentes sean parte activa del espectáculo.

Por su enfoque vanguardista pudo gustar o no, entenderse el mensaje o no, lo cierto es que Cherrybone es una grata muestra de lo que actualmente se realiza en Europa en cuanto a espectáculos escénicos de la más alta calidad, prueba de ellos son los múltiples reconocimientos que ha tenido el grupo, fundado por Rosa Sánchez y Alain Baumann, en varios paises.