Por: Beatriz Pérez.
“El reflejo del artista se aprecia en su arte, es como un constante descubrimiento de él mismo, como volviendo a nacer en cada expresión artística plasmada.”
Es bien sabido que el grandioso y excéntrico pintor Salvador Dalí a lo largo de su vida y claro su obra, llevo de la mano dicha obra con el excéntrico mundo de la moda, ya que es un mundo en el la ilimitada capacidad inventiva es extraordinaria, su singular aspecto era nada común con los demás ya que al igual que su arte era único e irrepetible.
Dalí no se limitó a imaginar posibles diseños de moda "virtuales", sino que colaboró en diseños "reales" tales como:
Los vestidos que Edward James le encargó para su amiga la actriz Ruth Ford y cuya ejecución realizó, Elsa Schiaparelli, la diseñadora italiana de alta costura afincada en París, con quien colaboró a lo largo de los años 80, tanto en el diseño de tejidos como en motivos de adorno de sus vestidos y sombreros, entre los que destaca el célebre "sombrero-zapato", que ya forma parte del imaginario surrealista.
Los figurines para las representaciones escénicas desde los tempranos dibujos para los trajes de la lorquiana Mariana Pineda, hasta sus diseños para los múltiples ballets y obras de teatro, en que participó, entre los que cabe destacar los figurines que realizó su gran amiga Coco Chanel para "Bacchanale" el primer ballet "paranoico-kinético".
Los trajes de baño femeninos que comprimen totalmente los pechos, para camuflar su busto y así darles un aspecto angelical.
El esmoquin afrodisíaco recubierto de vasos de licor llenos de pippermint frapé.
Las corbatas que Georges McCurrach le encargó diseñar con los emblemáticos motivos iconográficos dalinianos: labios pegados a un teléfono-langosta, hormigas pululando sobre relojes blandos...
El diseño capilar de sus metamórficos bigotes-antena.
Entre otros.
Como Pintor Salvador Dalí no tomo un estilo único o técnica, ya que su mejor producción se desarrollo en el Surrealismo y sus cuadros, de un extraordinario detalle y composición poco convencional y si muy extravagante reflejan un mundo poco real y sí muy particular.
En el año de 1929 en colaboración con Luis Buñuel en la producción de Un perro andaluz, bastante surrealista.
Entre sus cuadros más famosos se encuentran:
Bodegón con botella de ron (1924)
Muchacha en la ventana (1925)
El enigma del deseo (1929)
El gran masturbador (1929)
El hombre invisible (1929)
Los placeres iluminados (1929)
La persistencia de la memoria (1931)
Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista (1934-1935)
Construcción blanda con judías hervidas (1936)
Atletas cósmicos (1943)
Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944)
Mi esposa desnuda (1945)
La tentación de San Antonio (1946)
Leda atómica (1949)
La Madonna de Port Lligat (1950)
Cristo de San Juan de la Cruz (1951)
Cabeza Rafaelesque explotando (1951)
Galatea de las esferas (1952)
Crucifixión (1954)
Descubrimiento de América (1955)
La Última Cena (1955)
La apoteosis del dólar (1965)
Dalí pintando a Gala por detrás (1973
Sólo por mencionar algunos, por otro lado dicho escrito se queda corto en comparación con la gran cantidad de cosas que realizó dicho hombre, ya que tanto su vida como su obra fueron una misma, casi llegando al límite de estar fuera de esta realidad en un mundo que tal vez es mejor el mundo perfecto del arte de un mundo imperfecto.
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