25 febrero 2009

NUEVOS DIRECTIVOS DEL INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Por: Luis Mauricio Martínez

El año 2009 comenzó con grandes expectativas para la comunidad artística de León, esto por el nombramiento de nuevos directivos en el Instituto Cultural de León (ICL), luego de la salida de Juan Meliá quien ahora colabora en la Coordinación Nacional de Teatro del INBA. Con el fin de presentarlos ante los involucrados en la gestión cultural de la localidad y público en general se convocó a una rueda de prensa en la Sala de Juntas del la propia Institución, el pasado lunes 23 del presente mes.

Se trataron dos directrices: por un lado presentaron los nuevos cargos, incluyendo el de Dirección General y además se presentó una nueva Dirección.

Los nombramientos quedaron de las siguiente manera: el historiador de arte y artista plástico Mario Méndez, quedó como Director General del ICL, anteriormente se desempeñaba como Director de Desarrollo en las Artes del propio Instituto. La comunicóloga Cristina Vázquez es ahora la Directora de Desarrollo en las Artes, anteriormente fungió como Coordinadora de Literatura. El arquitecto Juan Jorge Prado, está a cargo de la Dirección Académica, se ha desempañado como Director de la Escuela de Artes Plásticas Antonio Segoviano.

Por otro lado, se presentó la recién creada Dirección de Vinculación bajo el mando del comunicólogo Cristhian Córdova, él ha colaborado como Jefe del Departamento de Difusión Cultural de la Universidad De La Salle.

Los nuevos nombramientos corresponden al mero trámite administrativo de ocupar los puestos directivos, las funciones serán las mismas.

Lo verdaderamente relevante es que por vez primera se nombra como Director General a un miembro interno del Instituto y no se integró una persona externa. En teoría esto debe ser un beneficio pues Mario Méndez conoce a la perfección la organización interna de la institución y la manera de trabajar de todo el personal clave. En tales condiciones el ICL no tendrá que pasar por un periodo de transición derivada de la adaptación al funcionamiento y políticas culturales por parte de un Director externo. El propio Mario hizo hincapié en que no es una nueva etapa, es dar continuidad al trabajo que se viene haciendo. Tal comentario es adecuado, el principal error de las Instituciones Culturales es reestructurar su capital humano con personal externo, estos crean nuevas políticas, nuevos procesos y planes y tiran por la borda el trabajo de varios años del equipo anterior, cuando lo ideal es darle continuidad a aquellos planes en vigor que han generado resultados óptimos. Eso ha creado un cierto bache en la gestión cultural de la región y el país en general. Así pues, Mario se compromete a dar “por lo menos”, expresado así por él, continuidad al trabajo realizado hasta la fecha. Lo interesante será ver las propuestas que presente y no causar un estancamiento.

En cuanto a la Dirección de Vinculación, su misión es crear lazos con otras instituciones públicas y privadas y dar un apoyo real a las manifestaciones artísticas y la cultura en general, es decir, trabajar en conjunto ante la creciente demanda de proyectos independientes por parte de artistas, tratar de englobarlos y apoyarlos desde el ICL. De esa manera se tendrá un control de las actividades artísticas, no transformando sus herramientas o procesos organizacionales sino perfeccionándolos. Si se quiere ver fríamente se está hablando de un posicionamiento del ICL. Suena bien la misión de la Dirección de Vinculación, habrá que estar al pendiente de que no se convierta en un monopolio cultural controlado por la instancia gubernamental en turno de la localidad y que se respeten las instituciones vinculadas. Una ventaja es que Cristhian Córdova también se desempeña en el ámbito artístico al igual que su familia, entiende las necesidades del artista, del creador y también del público.

Se aprovechó la ocasión para hablar de los programas llevados a cabo para crear nuevos públicos, descentralizar las actividades y llevarlas a comunidades rurales y colonias marginadas de la ciudad. Con esto reafirman al Instituto no como un programador de eventos y actividades culturales sino como un organismo vivo, un verdadero gestor cultural en beneficio de la población leonesa.

Esas son las novedades administrativas del Instituto Cultural de León. Finalmente se verá reflejado en las próximas actividades si afectó para bien o para mal las decisiones tomadas en el Instituto.

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