¿Frente a que nos encontramos?

Respuesta complicada de entender pero fácil de intuir
un mundo que se pierde en un desconcierto entre lo bueno y lo malo
la tecnología nos engaña , y como irónica realidad
nos ata a su propio principio y fin,
depender de nuestra propia invención,
como cual máquina se encarga de tomarnos en sus manos
atraparnos, mientras intentamos resolver nuestra existencia
caótica y desconcertante,
frustrante y acelerada
un proceso de reconceptualización de la vida
generamos nuestra propia agonía
lentamente , sin ocultar lo que ello implica
comunicaciones que se pierden en la virtualidad de la red
procesos productivos que nos hacen ser parte de un sistema consumista
materialización de los valores, los sentimientos, en una simple caja de zapatos
que vale tanto como decir un ¡te quiero!
fechas que ya no significan más que mercadotecnia
desintegración de la vida en ataduras y creencias que nos mueven a ser falsos
como nunca fuimos, como no deseamos ser
como inercia decimos amar , mientras no encontramos un sentido claro a ello
nos lanzamos al mundo pensando en que es nuestro
cuando en realidad nosotros somos sus títeres
poder que nos oculta en una verdad
vivir y sentir es lo mismo
pensar y saber es el suicidio
frente a una sociedad que nos revela la insatisfacción ante aquel que sólo se deja llevar
porque se vuelve hedonista ante su inquietud por ser libre
¡libre!
tanto como nunca he sido
mientras escribo esta confesión de lo que creo
de mi subjetividad tangible
de mi hecho y mi razón de ser
intento abrir los ojos ante esta falsa idea que nos han impuesto
no quiero correr, quiero volar
no quiero tener, quiero dar






porque mientras alguien pueda leer esto
mi corazón late, mi alma se transporta
mi alma se configura
porque sé que soy escuchado
en cada letra
que surge de mi libre albedrío
de mi voluntad referida
a un sueño por trascender
en esto , en nada
más que en mi mismo
desnudo frente al mundo cruel
que espera le revele mis secretos,
eterna utopía
porque esto sólo es un poco
de lo que nunca fui
en un instante me pierdo
y ahora sólo...

...despierto...



por Oliver Martínez Hernández