16 diciembre 2008

El Buen Canario

El Buen Canario era el ave que con su muerte avisaba a los mineros de la presencia de gases letales, es el pájaro por excelencia que adorna física y auditivamente, pero también es la producción teatral que reunió al director y los actores más esperados en el año. El yanqui John Malkovich dirige a los aztecas Diego Luna, Daniel Giménez Cacho y Bruno Bichir en la obra que vendió más de 3 mil entradas previas a su estreno.

El anunció de la obra generó la reacción esperada. El público iría a verla por quienes en ella participan y con la consigna de que quizás no sería la mejor o lo voluminosa como los nombres de sus actores y del director.

En la rueda de prensa previa al estreno John Malcovich dijo de la historia que lo estrenó como director teatral en México “a veces el amor no es suficiente, son dos personas muy enamoradas, y siete personajes que creen algo sobre los demás que no es cierto”.

El texto pertenece al dramaturgo estadounidense Zach Helm, quien a pesar de tener solamente dos obras, el montaje de The Good Canary en Paris ,dirigido por Malcovich, le valieron tres premios Moliére para mejor obra, actor y actriz.

La historia gira en torno al personaje de Diego Luna: Jack Parker, un joven escritor descubierto como la nueva promesa de la literatura estadounidense y Annie su joven esposa adicta a las anfetaminas; esta pareja tras publicar su primer novela, y leer la reseña de un famoso crítico, viven un giro a sus vidas que develará secretos difíciles de llevar.

Durante la rueda de prensa, el propio Diego Luna, también actor de la puesta en escena Festen, habló precisamente sobre las críticas publicadas y las desdeñó.  

El hijo del escenógrafo mexicano Alejandro Luna, recordó que en sus inicios en la Compañía Nacional de Teatro, alguna vez leyó una crítica que no le favorecía y lo dejó traumado por un mes, rememorándola cada vez que subía al escenario.

Sobre la dirección del norteamericano, el histrión Giménez Cacho dijo “un director debe ser capaz de abrir caminos para que el actor circule por ahí. Antes, jaloneaba al actor para que hiciera lo que yo quería pero me di cuenta que no funciona y al cabo del tiempo se desgasta porque no es un proceso propio cuando cada noche debe ser una cosa que suceda”.

Su compañera en la obra, la actriz Irene Azuela, quien lleva gran peso de la obra, lo secundó “es una dirección en la que los actores son los que dictan la manera de hacer las cosas. Malkovich permite que el actor encuentre por sí mismo el camino. No te dice cómo, sólo lo propone, y ese tipo de cosas te dictan un sendero. Es muy flexible y el instinto es muy importante para él”, declaró para El Excélcior la joven que recientemente participó en la película “Arráncame la Vida”.

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Buen vuelo
La expectativa se cumplió. La Dirección de John Malcovich, el texto embonado impecablemente, multimedia llevada a niveles artísticos, escenografía móvil, actuaciones respetables y música original que permite vivir la ira y el sufrimiento de los personajes convirtieron a la puesta en escena en una presentación circular.

Diego Luna, siempre más disciplinado que talentoso, permite entender y sentirse en los zapatos de su personaje. Daniel Giménez Cacho, profesional y facilitador, le cede el protagonismo a quien lo merece; sin embargo, el papel de Bruno Bichir, actor con más experiencia en teatro que los anteriores, no permite mostrar en grado sus dotes artísticos.
Aún así, la obra se sostiene y cierra mejor que inicia, similar a la actuación de Irene Azuela, quien se lleva la sorpresa de la función en su caracterización de esposa adicta y renuente a las críticas.

El Buen Canario tuvo un vuelo certero y su corta temporada permitirá, si así lo decide el público, que el ave no se fatigue y llegue sana a su destino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buena reseña, yo tambien la vi, Felicidades!!!

Anónimo dijo...

sacaste 75 en tu reseña, echale ganas