Nosferatu un clásico siempre presente.

Por: Beatriz Pérez.


Hay cosas en la vida que nunca dejan de recordarse, como tu primera cita romántica, tu graduación, un buen momento, al igual que esto también hay películas que se quedan grabadas en tu mente, tal es el caso de Nosferatu, ese ser oscuro, triste, melancólico y solitario.

Título original: Nosferatu

Año: 1922
Duración: 106 min
Nacionalidad: Alemania
Género: terror


La película se desarrolla en el año de 1838 en la ciudad de Wisborg donde viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen hasta que el agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para un negocio con el Conde Orlok, el cual trata de la venta de la finca en Wisborg que colinda con la casa de Hutter.

Durante el extenso camino, Hutter se detiene de una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el castillo, es absorbido por el siniestro conde, que se excita cuando el joven se corta un dedo. Al día siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen. El joven muy atenuado por las mordeduras del vampiro, es internado en un hospital.
Al mismo tiempo Ellen contrae una misteriosa enfermedad y también Knock, bajo influjo del conde enloquece. El velero Empuja parte del puerto de Barna. En él viaja el conde, acompañado de varios ataúdes llenos de tierra y ratas. Durante la travesía se declara la peste a bordo y uno tras otro van pereciendo todos los miembros de la tripulación, siendo el conde el único que arriba al puerto de Wisborg. Amparado por la oscuridad de la noche, desembarca y se dirige a su nueva mansión.
Poco después, llega Hutter ya restablecido. La peste hace estragos en la ciudad. Ellen lee que sólo el sacrificio de una mujer sin pecado, que haga olvidar al vampiro el primer canto del gallo, puede librarles de su azote. La joven no ve otra salida: abre la ventana de su cuarto y propicia la llegada del vampiro, que cae fulminado con los primeros rayos del sol.
Siempre es bueno volver a ver esas películas que dejan un buen sabor de boca en el espectador y esta no es la excepción, no la dejes de ver.