30 agosto 2008

Concierto de piano a cuatro manos

por: Domingo Becerra Amaro


Los pianistas Salomé y Claudio Herrera ofrecieron el jueves 28 de agosto un recital de piano a cuatro manos en el teatro Maria Grever.


La primera parte del programa se dedicó a Franz Schubert (1797-1828), iniciaron con Dos marchas características en Do mayor, D.968b, buena interpretación, aunque en algunos momentos opacó el acompañamiento a la melodía, continuaron con la Fantasía en Fa menor, D. 940, Schubert compuso esta obra en su último año de vida y se la dedicó a Carolina Esterhazy (por quien el compositor sintió profundo amor), por parte de los interpretes se logró transmitir ésta idea de “pasión imposible”.


Al comienzo de la segunda parte Salomé Herrera anunció el repertorio que se tocaría: La Danza macabra en Sol menor, op.40 de Camille Saint-Saëns, un cambio al programa establecido, Las Danzas noruegas de Edvarg Grieg (1843-1907)y las Danzas húngaras de Johannes Brahms (1833-1897)serían sustituidas por la Petite Suite de Claude Debussy (1862-1918) y finalmente España, rapsodia para orquesta del francés Emmanuel Chabrier(1941-1894).


En la interpretación de la Dance macabre en ocasiones hubo un uso atrevido del pedal, después en los compases iniciales del primer movimiento (En bateau) de la pequeña suite se interrumpió la obra a causa del sonido de un celular, esta aparentemente innecesaria interrupción tuvo una utilidad para los pianistas, pues cuando reanudaron la ejecución de la obra lo hicieron de un modo más profundo y lograron una sintonía con el compositor impresionista, finalmente en la versión a cuatro manos de España, rapsodia para orquesta se escuchó una ejecución matizada y limpia.


El público que asistió quedó satisfecho y con la expectativa de tener más recitales del mismo nivel.

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